viernes, 22 de mayo de 2015

Milagro en Logroño




En su taller, Guillermo, el carpintero

modeló, febril, la fiera fauna

del África lejana, aquí, en Las Gaunas.

Una jirafa gris, un paquidermo,

un búfalo cerril, un bicho carnicero

y quién sabe qué más, talló Guillermo.

Y por cuidarlos, un perro. Qué monada.

Una noche ladró ese cancerbero,

tan fuerte que espantó a la cruel manada.

Corrió el zoo y destrozó la entrada.

De estampida salió. José el noctámbulo,

cuando los vio por Marqués de la Ensenada

y, al llegar a Colón, doblar en ángulo,

se dijo: “Yo me paso a la leche desnatada”


                                                                            El Gato de Cheshire.


4 comentarios:

  1. El gato se coloca en su rama y sonríe socarrón. Se saca su poema de la chistera y nos hace cómplices. Hacen falta muchas sonrisas, y al gato nos entra ganas de ronronearle como muestra de agradecimiento. Todos tenemos un gato dentro.

    ResponderEliminar
  2. Este gato riojano tiene un toque socarrón, yo diría que de Tabuenca. Me encanta.

    ResponderEliminar
  3. Michel de Bergerac23 de mayo de 2015, 12:39

    Para que luego digan que solo hay gatos en Madrid. ¡Vivan los gatos riojanos y además de Tabuenca!
    Es usted un "peassso" poeta, amigo mío.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El Jilguero Carmesí25 de mayo de 2015, 11:23

      Alegrome la mañana este dulce carpintero, que talló figuras raras, pero ningún cenicero.

      Eliminar